Gerardo García Mendoza
(MAS-IPSP)
El ministro de hidrocarburos y energía Franklin Molina, anunció como siempre, como un gran descubrimiento que YLB habría pagado 60% de la planta industrial de carbonato de Litio, con un avance de solo un 20%.
Este señor no conoce que, para los contratos de construcción de equipos, se acuerda el pago a través de cartas de crédito, en las cuáles el contratante, abre en el Banco Central de Bolivia, este documento financiero, que constituye ya una ejecución presupuestaria, pero no un pago a la empresa contratada, que con esta garantía comienza la construcción del equipo.
El pago o la liberación de la carta de crédito se realiza por etapas, por ejemplo, un primer monto por ejemplo del 20%, ante el anuncio del embarque marítimo, otro monto similar en ocasión de la llegada al puerto, un tercer desembolso con la comisión de recepción y un último ya en la etapa de montaje y puesta en marcha.
Este es un mecanismo muy conocido, que ignora el ministro de marras. Desde luego la ejecución presupuestaria de YLB, crece en el valor total del equipo, pero la empresa contratada no lo recibe sino en cuotas, de acuerdo al avance, recepción y prueba del equipo.
De este modo gradualmente se va nivelando el avance físico con el financiero.
Para 2019, prácticamente la totalidad de los equipos estaba contratada, una buena parte construida en proceso de embarque y otra en proceso de producción.
Las intenciones son políticas: mentir y ocultar el fracaso de la estrategia de la extracción directa del Litio y el abandono del proceso de evaporación fraccionada.
¿No aseguro el ministro que en este 2024 se producirían 100.000 toneladas de Carbonato de Litio con base en al menos 4 plantas industriales de extracción directa?, se corrige a nada menos que 2.900 toneladas. Ojalá que, aunque sea esta pequeña producción se concrete y no se recurra, ante otro fracaso, a otro descubrimiento falaz.
