Por Tania Mendoza
A poco de cumplir cuatro años de gestión, el presidente Luis Arce culpa al gobierno del ex presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, por los problemas que atraviesa su gestión en el tema de hidrocarburos. Su discurso comenzó afirmando que no se hicieron las inversiones necesarias en exploración para luego señalar que no se cuidó la nacionalización.
Estas aseveraciones no vienen de un derechista perdido, esos que nunca saben dónde empieza y termina Bolivia, lo dice quien fuera ministro de Economía y Finanzas Públicas de “esos anteriores gobiernos” y quien es hoy presidente de Bolivia por la sigla del partido que gobernó “esas gestiones”.
Arce no fue un ministro más de Morales, fue parte importante de su gestión y cabeza del gabinete económico que se reunía cada semana. Las afirmaciones que lanza hoy me hacen pensar que no prestaba atención a lo que se trataba en las mismas o ¿qué pasó?
Entonces se conocía a cuánto alcanzaban las reservas de gas de Bolivia. Todos los que participaban en ese gabinete tenían claro hasta cuándo tendrían los ingresos provenientes del gas: era sumar las ventas a Brasil, Argentina y el consumo nacional y hacer una proyección. Ahí estaba la temporalidad.
La obligación de Arce entonces era advertir que iba a llegar un momento en el cual el país se iba a quedar sin ingresos y su ministerio sin recursos para cubrir los gastos del Estado. ¿No dijo nada? No escucho ninguna declaración en la cual diga “yo advertí que esto iba a pasar”.
El primer error de Arce es negar el papel que jugó en el Gobierno de Morales y admitir con sus declaraciones que su manejo de la economía fue sin proyección a futuro. Era su obligación involucrarse en la generación de recursos para garantizar la estabilidad económica del país y no puede hoy solo deslindar su responsabilidad. Hay que recordarle que estuvo más de 12 años en el cargo.
Veamos su gestión como presidente. Tres años y diez meses, ese es el tiempo que le tomó caer en cuenta que los recursos por los hidrocarburos no iban a solventar toda su gestión, que la subvención era un problema para la economía del país y que no se hicieron las inversiones necesarias en exploración.
Con ese tiempo al mando del país, son excusas baratas las que ahora expone. Tuvo el tiempo necesario para generar muevas fuentes de ingresos para el país. Es más, ni las tenía que pensar, ahí estaban, solo debía releer la Agenda Patriótica 2025-Plan de Desarrollo General Económico y Social para el Vivir Bien (PDGES) de Bolivia, allí estaban las respuestas. Es más, él participó en la elaboración de ese documento.
Arce no recibió un país con problemas en el tema de hidrocarburos, pero está dejando uno con una profunda crisis que deberá resolver el siguiente gobierno, porque a él se le acabó el tiempo y un referéndum no mejorará el panorama, es más lo complicará aún más.