Santa Cruz, 21 de noviembre (El Nuevo Cambio).- La ciudad de Santa Cruz vive hoy una situación crítica, con un paro del transporte urbano, sin la venta de carne en los mercados, con una huelga de los trabajadores en salud y con una canasta familiar elevada que sube más, a medida que pasan los días.
La urbe cruceña amaneció este jueves con el paro del transporte urbano que exige a las autoridades autorizar la elevación de los pasajes de 2 a 3 bolivianos, tomando en cuenta que toda ha subido en el país y que los repuestos se han encarecido al menos hasta un 50 por ciento.
Los padres de familia y los estudiantes se tuvieron que movilizar en lo que podían, no solo a pie, sino también en motos, algunos taxis y trufis del transporte libre, pero con dificultades, porque los transportistas también bloquearon algunas vías.
Los dirigentes del transporte justificaron su medida de presión explicando que hace 11 años que no se revisa el precio del pasaje y que la falta de diésel y de gasolina, además del aumento del costo de vida, generan que la situación sea insostenible.
Al margen de esta medida de presión y las interminables filas en los surtidores para cargar gasolina o diésel, los trabajadores de la carne cumplen también un paro indefinido y en los mercados de la ciudad no se está vendiendo ese producto.
Los trabajadores en salud también determinaron suspender la atención a los pacientes, porque el gobierno y las autoridades no atienden sus demandas planteadas hace meses y los hospitales se encuentran con sus puertas cerradas.