Cobija, 10 de octubre (El Nuevo Cambio).- El departamento de Pando es una de las regiones más damnificadas por los incendios que se registran en el oriente boliviano y que hasta el momento acabaron con más de 10 millones de hectáreas y millones de animales muertos.
El último desastre se produjo en la localidad de Portachuelo, donde el fuego acabó con al menos ocho casas con techos de hojas de motacú y con el fuego que alcanzó más de 20 metros de altura y se esparció con rapidez.
Otro de los municipios afectados es Puerto Gonzalo Moreno, en esa región unas diez comunidades fueron afectadas por los incendios, a pesar de que los pobladores intentaron combatir el fuego utilizando baldes y mangueras.
“Los incendios son incontrolables. El fuego sigue avanzando y no tenemos las herramientas necesarias para enfrentar las llamas”, sostuvo un poblador que también afirmaba que solo Dios los podrá salvar de ese desastre.
Según los pobladores, se han perdido alrededor de unas 8.000 hectáreas de castaña, se ha quemado majo, asaí y otros árboles, pero nadie dice nada de este desastre, pedimos ayuda a las autoridades del departamento y del gobierno.
En ese municipio habitan alrededor de 500 familias que están afectadas por los incendios y más de 1.000 hectáreas de bosques han sido consumidos por las llamas. “Pedimos al Gobierno que pueda agilizar la ayuda humanitaria porque nuestra gente ya no tiene qué comer, dijo.
