El golpe de la Marcha para Salvar Bolivia

Por Peregrino Calle

La Marcha para Defender Bolivia sigue generando efectos. Para el gobierno de Luis Arce y David Choquehuanca, fue un fracaso. Pero lo real es que esa movilización fue una gran derrota para los usurpadores de la Casa Grande del Pueblo e inquilinos de Palacio Quemado.

Pese al bombardeo de difamación, criminalización y desprestigio desde el régimen arcista -junto a sus tanques mediáticos alquilados con pauta publicitaria- la Marcha atravesó pueblos del altiplano paceño, llegó a El Alto y terminó en la ciudad de La Paz.

Fracasaron y quedaron mentirosos, los analistas a sueldo del gobierno derechista de Arce-Choquehuanca que invadieron medios de comunicación para vociferar que la marcha era de salvajes, de violentos y golpistas que iban a cercar a los paceños y dejar sin comida, tomar el Palacio de Lucho, destruir ministerios y saquear las EMAPAS.

Los mercenarios digitales y los medios estatales, no tuvieron éxito pese a gastar millones de bolivianos para echar mierda a la Marcha para Defender Bolivia.

El alcalde paceño, ex ministro de la dictadora Añez, Iván Arias, aliado de Lucho Arce, no ocultó su racismo en la sangre al decir que no iba a permitir que los marchistas destruyan los pocos jardines que tiene esta ciudad. La derecha siempre habla de la estética y no de la ética del derecho a la protesta y justicia.

Eva Copa, la alcaldesa aliada de EE.UU. a donde viajo disfrazada de chola, operadora del régimen arcista, amiga de la élite racista de Santa Cruz y entusiasta amiga de la derecha pitita de La Paz, fue derrotada porque sus amenazas contra Evo y los marchistas, porque los alteños no dieron bola, ignoraron sus convocatorias de odio.

Evo y los marchistas caminaron casi 200 kilómetros y fueron recibidos con cariño, regalos, abrazos y gritos de fuerza para que sigan adelante en su lucha.

Lucho y sus organizaciones sociales alquiladas, a las que les da -de diversa forma- millones de bolivianos como pago por sus servicios y falsa fidelidad, no pudo llenar ni siquiera la calle que está frente a Palacio Quemado.

Tan jodida estuvo la cosa que Lucho suspendió su salida al balcón o a la tarima, al estilo de Carlos Mesa cuando renunciaba, una y otra vez, en junio del 2005.

Ni siquiera los funcionarios públicos fueron a darle apoyo porque ya están emputados con las cuotas permanentes que deben dar de sus salarios para las acciones contra el partido que les llevó a la Presidencia y su único líder: Evo.

Como expresión de bronca y venganza ante el triunfo de la Marcha para Defender Bolivia, los paramilitares, pititas y violentos de la Unión Juvenil Cruceñista -contratados por el arcismo a través de ministros y diputados- atacaron a los marchistas cuando ya se pretendían retornar a sus pueblos desde la terminal de buses de La Paz.

Los paramilitares arcistas -que estaban con cascos y escudos de turriles en la Plaza Murillo protegidos por la policía del ministro Castillo- persiguieron patearon y apalearon a los marchistas, para luego, con la complicidad de sus medios de comunicación contratados con pauta publicitaria, construir la narrativa de que la “marcha evista” terminó en violencia y, justificar, así, el Estado de Sitio que ya estaba listo, con una orden de acuartelamiento en las FFAA.

Los voceros a sueldo del arcismo -dirigentes truchos de organizaciones sociales, empleados del Órgano Ejecutivo disfrazados de analistas independientes y periodistas, comunicadores y presentadores militantes del odio a Evo y apologistas del gobierno de Lucho a cambio de jugosa pauta publicitaria- están en estos momentos ejecutando la operación de que la marcha fue un fracaso y fue violenta.

Pero los aplausos espontáneos de la gente en toda la ruta de El Alto a La Paz, a Evo y la marcha, constituyen la mejor prueba de que gran parte del pueblo le dijo NO al Lucho y David, NO a Eva Copa; NO a los medios privados y estatales; y NO a los mercenarios digitales de la Casa Grande.

Lo único “golpe” claro -admitido inclusive por analistas derechistas y odiadores de Evo- de la Marcha para Salvar Bolivia demostró que Evo es el único líder del MAS-IPSP, que el pueblo está con Evo y el MAS; que las verdaderas organizaciones sociales están con Evo; que la gente tiene certeza de con Evo de Presidente de Bolivia estuvimos mejor y por eso quieren que vuelva.

También está claro que Lucho y David, no son líderes en el MAS-IPSP, que no tienen bases y pueblo; que sus organizaciones, entre ellas la COB, les son fieles por la plata que reciben de las arcas del Estdo pero que no arrastran militancia, pueblo y bases.

Evo pudo caminar tranquilo y aclamado por casi 200 kilómetros.

¿Lucho y David podrán salir a las calles de La Paz?

¿Por qué todos los actos del gobierno arcista son cerrados y rodeados de centenares de policías y transmitidos en cadena nacional por medios públicos y privados?

Tienen miedo al pueblo que les putee por su traición, por haber jodido la economía del país y por ser malvados con sus propios compañeros que votaron por ellos.

La foto en la que se ve a Lucho Arce sentado, solo y con el rostro derrotado, expresa el estado en que se encuentra el gobierno actual cuyo mandato ya se acaba y que nunca más volverá a través de las urnas.

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