Parotani, 1 de noviembre (El Nuevo Cambio).- Un numeroso contingente policial, secundado por soldados de la Armada y Fuerza Aérea, logró levantar, después de duros enfrentamientos y más de 16 horas, con el uso de agentes químicos y balines, los bloqueos de la carretera, desde Vinto a Parotani, unos 40 kilómetros aproximadamente, entre los departamentos de Cochabamba a Oruro.
Los campesinos y pobladores de la región, prácticamente en una batalla desigual, resistieron la represión policial, no sólo devolviendo los gases lacrimógenos que dispararon los efectivos policiales, si no lanzando piedras con hondas y con las manos y haciendo reventar algunos cachorros de dinamita.
De los enfrentamientos resultaron heridos al menos unos 40 campesinos por impactos de gases y balines, una mujer policía y un fotoperiodista por la onda expansiva de la explosión de un carrocho de dinamita. En el caso de los dos últimos fueron atendidos en un hospital de la ciudad de Quillacollo.
Varios campesinos fueron detenidos, no se informó sobre la cantidad exacta de arrestados, pero algunos medios dijeron 25, que fueron trasladados a las carceletas tanto de la localidad de Vinto, como de Quillacollo, a 12 kilómetros de la ciudad de Cochabamba.
El operativo policial y militar se inició a las 2.00 de la madrugada, con centenares de efectivos policiales, se calcula más de 5.000, que fueron trasladados inicialmente a la región de Vinto y Sipe Sipe en camionetas y micros contratados.
En ambas regiones se mantenían los bloqueos, pero sin gente que tomó la decisión de replegarse hasta la localidad de Parotani, donde se realizaba el bloqueo más contundente, con presencia no solo de pobladores, sino campesinos y cooperativistas mineros.
Una maquinaria pesada que transitaba detrás del contingente policial que caminaba a pie hacía la población de Parotani, se encargaba de limpiar los escombros del camino que no solo consistían en una enorme cantidad de piedras, sino montones de tierras, ramas y llantas.
La acción militar y policial fue acompañada por el sobrevuelo de un helicóptero que durante todo el tiempo dio vueltas por la región, según los campesinos en un intento por amedrentar y vigilar los puestos de resistencia.
De acuerdo a informes extraoficiales de las mismas Fuerzas Armadas, las fuentes no quisieron revelar sus nombres por temor a represalias del gobierno, principalmente el Ministerio de Defensa, en el operativo solo participaron grupos pequeños de la Armada boliviana, parte de la Fuerza Aérea con el helicóptero y algunos soldados. El Ejército se opuso a participar en la represión contra los bloqueadores.
Los campesinos acusaron a los ministros y principalmente a Luis Arce Catacora de represores y dictadores y anunciaron que detrás de todo el operativo también está la Embajada de Estados Unidos y la DEA con asesores “gringos”.
La gente que se encontraba en el bloqueo de Parotani, en un gran número, también se subieron a los cerros que se encuentran en el lugar, no sólo antes del bloqueo, sino pasando el mismo, para resistir la intervención policial y militar.
Los policías lanzaron de manera indiscriminada gases lacrimógenos, incluso en cercanías de donde vive la población, y en algún caso se escuchó también la explosión de algunos cachorros de dinamita y disparos de arma de fuego, según los campesinos.
Entre tanto, en la región de Sayari, en la carretera de Oruro hacia Cochabamba, los efectivos de la Policía, lograron desbloquear la vía para poder pasar con dirección hasta el puente de Parotani, por el otro sector.
De esa manera, los efectivos policiales lograron prácticamente rodear a los campesinos y pobladores que se mantuvieron en la carretera resistiendo durante más de 14 horas. Por ambos lados, del camino a Oruro y de Cochabamba, la población logró desbloquear el camino.