(El Nuevo Cambio, Cochabamba, 30 de marzo de 2024). – Casi tres décadas de presencia política cumple este sábado el Movimiento al Socialismo Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS IPSP), luego de haber superado diversos obstáculos desde su fundación y gobernado Bolivia 14 años con el liderazgo de Evo Morales. Hoy atraviesa quizás la crisis más difícil que le ha tocado superar.
Desde que el MAS IPSP irrumpió en el escenario político boliviano se dio inicio a una serie de profundas transformaciones en el país, hasta ese momento la resistencia del Movimiento Indígena Campesino y de los Movimientos Populares se la hacía en las calles y carreteras, los distintos gobiernos neoliberales arremetían a bala y fuego contra todo intento de protesta y reclamo por la construcción de una patria más equitativa y justa.
Los distintos liderazgos sociales, entendieron que no se podría cambiar el rumbo político y económico de Bolivia desde afuera, sino que había que ganar la batalla ideológica desde dentro, bajo la consigna de cambia “la bala por el voto”. Se empezó entonces a participar de las distintas justas electorales, tanto municipales como nacionales, pronto representantes de las distintas organizaciones sociales comenzaron a ocupar espacios, ya sea como concejales, diputados o senadores.
En ese contexto va surgiendo la figura política de Evo Morales, primero como máximo representante del movimiento cocalero boliviano y luego como líder del MAS IPSP, la presencia de rostros indígenas campesinos especialmente en el parlamento boliviano provocó que en el país vaya creciendo un sentimiento de reivindicación histórica de los derechos humanos y ciudadanos, capturados por una élite política empresarial de corte neoliberal que entendía al país como un negocio privado, la misma que fue entrando en ciclo de decadencia, que terminó en la Guerra del Gas en octubre del 2003, hechos que se dieron junto con la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada. Luego vinieron un par de gobiernos de transición a manera de triste epílogo al periodo neoliberal.
Fue el 2006, cuando se registró el primer cambio, con la llegada a la presidencia de Evo Morales Ayma, el primer presidente indígena. Gobernó por 14 años ganando con una fuerza electoral pocas veces vista, varias elecciones, hasta el 2019, cuando la élite liberal de Bolivia, logra unir a todas las fuerzas conservadores y orquesta junto con policías y militares un golpe de Estado que deriva en la salida de Morales del país, ante las constantes amenazas de muerte y atentados contra su vida que se registraron en el periodo golpista.
Los 14 años de gestión de Morales, junto al equipo que hasta hoy lo acompaña, lograron cambios profundos en el país, empezando por la nacionalización de los recursos naturales, como también con la realización de la Asamblea Constituyente que significó la refundación de la patria, de república a Estado Plurinacional. El gobierno de Evo es hasta el momento uno de los periodos más exitosos de la historia boliviana y no ha podido ser superado.
Hoy el MAS IPSP enfrenta una serie de intentonas divisionistas lideradas por Luis Arce y sus seguidores, ex ministro de economía que llegó a la presidencia de Bolivia, luego del gobierno de Facto de Jeanine Añez. Arce debió ser un gobierno de transición para el regreso a la presidencia de Morales, sin embargo, optó por no cumplir con su palabra y buscar la reelección, para ello han construido una narrativa efímera y superficial que busca reemplazar el liderazgo de Morales, a partir de haberse autodefinido como “renovadores”.
Para lograr evitar la participación de Morales en las elecciones del 2025, a partir de una serie de acciones judiciales y electorales, se busca inhabilitarlo y proscribir su participación, acciones antidemocráticas que han sido censuradas por distintos actores políticos a nivel nacional e internacional.
Morales para lograr ser candidato como también lo piden las bases reales del MAS-IPSP deberá superar distintos obstáculos, por ejemplo, lograr la validación del Congreso de Lauca Ñ, que ha sido observado, y mantener el control político de la sigla, la misma que busca ser arrebata por las organizaciones paralelas que apoyan a Luis Arce, las mismas que han convocado a un congreso ilegítimo para el próximo mes de mayo en El Alto y que no cuenta con el respaldo legal al no ser representantes correctamente acreditados ante el Tribunal Superior Electoral (TSE).
El MAS-IPSP busca superar una de las peores crisis que le ha tocado en su historia política, de lograrlo continuará en la senda de transformaciones que aún le falta al país y buscará recuperar el tiempo perdido en una gestión de gobierno arcecista que se ha distanciado de los valores políticos, económicos, sociales, ideológicos y hasta éticos que promulga el Movimiento Al Socialismo.
El gobierno de Luis Arce que hasta el momento se caracteriza por intentar con poco éxito sobre llevar una crisis económica aplicando medidas propias de corte neoliberal que han provocado no solo inflación en los precios de alimentos y productos, también escasez de dólares y combustible, que haya más importaciones que exportaciones, un crecimiento alarmante de la deuda interna y externa, además del incremento de desempleo.
A 29 años de su fundación, el MAS-IPSP bajo la guía de Evo Morales, reivindica su logros y éxitos, como también busca críticamente reconocer sus errores y así impulsar un nuevo ciclo que le dé continuación a la Revolución Democrática Cultural a la que dio inicio el 2006.