Más de 200.000 alteños quieren que Eva Copa se vaya

El Tribunal Departamental Electoral de La Paz archivó el lunes el pedido de revocatorio de la alcaldesa de El Alto Eva Copa de más de 200.000 ciudadanos que llenaron, con firma y huella digital, 2.700 libros de registro de la iniciativa popular.

Lo rechazó porque no se habría cumplido con el plazo de entrega de los libros (10 de marzo). La alcaldesa no termina de respirar tranquila porque si ganó el puesto con 400.000 en 2021, había sumado hasta ahora más de 200.000 ciudadanos inconformes con su gestión. Resultado que no le promete nada en su futuro político.

La concejala Wilma Alanoca, a quien Copa la atribuye todas las campañas negativas y resultados, dijo que los más de 200.000 votos por el revocatorio tienen un importante significado y valor moral de rechazo a la gestión caracterizada por “mala gestión, corrupción, ineficiencia, tráfico de influencias, discriminación y, sobre todo, manipulación del Control Social”.

Eva Copa hace juego con el discurso político de la dupla de gobernantes y anti evista Arce –Choquehuanca, en sentido de que el líder del histórico MAS-IPSP, Evo Morales, es un “traidor y cobarde”, cuando en realidad ninguno de los tres fue requerido por su captura durante el golpe de Jeannine Añez, por el contrario, Copa facilitó como presidenta del Senado la línea golpista, es por esta razón que se apartó de Morales.

Más de 200.000 ciudadanos de El Alto firmaron y estamparon su huella digital en 2.700 libros que pedían que el mandato de la alcaldesa Eva Copa Murga termine por revocatorio, por deficiente gestión municipal.

La Federación que aglutina al sector trabajador por cuenta propia más importante de la urbe alteña (gremiales, artesanos, comerciantes y vivanderos) tomo la iniciativa del revocatorio hastiada que la alcaldesa traicione la confianza depositada en ella en las elecciones de 2021, la misma que ganó el cargo con poco más de 400.000 votos.

En tono subido y con el poder municipal en sus manos, además del directo apoyo político del anti-evista vicepresidente David Choquehuanca, Copa despreció el revocatorio y a ella la atribuyeron reacciones violentas de “grupos de choque” contra la campaña de recolección de firmas pro-revocatorio.

La campaña comenzó en diciembre y tenía el plazo de 90 días para cerrar y entregar los libros firmados y con huella digital de al menos 211.000 ciudadanos descontentos. Felipe Quispe, el líder de la Federación de Trabajadores Gremiales, Comerciantes, Minoristas, Artesanos y Vivanderos de El Alto, entregó más de esta cantidad en 2.700 libros de registro el 10 de marzo.

El Tribunal Departamental Electoral de Paz salió con que estos libros fueron entregados fuera de plazo y, por tanto, el revocatorio archivado. La alcaldesa pro-oficialista respiró tranquila y sin siquiera expresar nada sobre el rechazo a su gestión municipal firmada por más de 200.000 de sus conciudadanos.

Copa y sus asesores políticos, entre ellos Freddy Bobaryn, el enviado especial de David Choquehuanca como empleado de “asesor” de la alcaldesa, decidieron no responder al sopapo popular recibido y continuar con la campaña de culpar a Evo Morales de todo lo que pudo traerle el revocatorio.

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