Caracas y Madrid | Agencias
“Espero que le vaya bien en su nueva vida”, expresó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sobre la decisión del excandidato opositor Edmundo González Urrutia de solicitar asilo político al gobierno de España, luego de temer por su seguridad ante las amenazas del régimen chavista y que también acechan a la líder disidente María Corina Machado.
“Yo le puedo decir al embajador González Urrutia, con el cual he confrontado duro después del 29 de julio, que he estado atento a todo esto y comprendo el paso que ha dado y lo respeto, espero que le vaya bien en su camino y en su nueva vida”, afirmó el mandatario venezolano, según informó del diario venezolano El Nacional.
El gobernante indicó que los “deseos de paz y concordia” de González para Venezuela “se van a cumplir” y que en el país “va a reinar la paz por encima de cualquier cosa”.
Pese a las palabras de Maduro, el abanderado de la Plataforma Unitaria Democrática había dicho desde España que su partida del país “estuvo rodeada de episodios de presiones, coacciones y amenazas de no permitir mi salida”, explicó.
El líder opositor dijo estar confiado en que “próximamente” continuará la lucha para “lograr la libertad y la recuperación de la democracia” en Venezuela
Blinken «pretende un golpe»
El gobierno de Venezuela denunció que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, «pretende anunciar un golpe de Estado» en el país caribeño, luego de que el funcionario estadounidense dijera que no se debe permitir que Maduro y «sus representantes se aferren al poder por la fuerza».
«De manera grosera y vulgar, el secretario Blinken pretende anunciar, vía redes sociales, como de costumbre, un golpe de Estado en Venezuela», dijo el canciller Yván Gil.
Citado en una nota difundida el lunes por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela aseguró que los «planes» estadounidenses fueron «pulverizados a través del voto» en las elecciones del 28 de julio, en las que Maduro fue proclamado ganador para un tercer mandato consecutivo, un resultado cuestionado por la oposición mayoritaria y parte de la comunidad internacional.
