La Paz, 5 de noviembre (El Nuevo Cambio).– La falta de diésel y gasolina en el país, principalmente en La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, generó protestas no sólo de la ciudadanía, sino del transporte pesado, interdepartamental y urbano.
Las largas filas en las estaciones de venta de combustible, de acuerdo a los analistas y dirigentes, no se deben a los bloqueos, sino principalmente a que el gobierno no tiene recursos económicos para la importación.
La falta de los combustibles también afecta a los productores agrícolas que advirtieron que no podrán abastecer el mercado con productos y alimentos, debido a que no se logrará reactivar la economía en el país.
Las estaciones de servicio a través de su organización ASOSUR también denunció que Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB) les redujo el cupo de venta del combustible en más del 50 por ciento y será difícil abastecer el mercado en los próximos días.
Mientras tanto, camiones de alto tonelaje, buses, micros e incluso taxis, incluyendo el transporte privado, esperan horas y hasta noches, para poder cargar diésel o gasolina a sus vehículos.