El Gobierno de Ecuador acusó este martes a México, ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), de «socavar» la figura del asilo diplomático.
«México ha hecho énfasis en la importancia y respeto que otorga a la institución del asilo; no obstante, su actitud socava y desnaturaliza la figura del asilo diplomático, tergiversando el verdadero espíritu de las convenciones que regulan esta institución, al concederlo a un condenado y prófugo de la Justicia ecuatoriana, promoviendo la impunidad», dijo el viceministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Alejandro Dávalos, en la reunión extraordinaria de la OEA.
El encuentro fue convocado por la misión permanente de Ecuador ante esa instancia, para debatir sobre las «Normas de las Relaciones Diplomáticas y del Asilo».
Este es el primer encuentro, de dos previstos, en la OEA para discutir la crisis diplomática entre Ecuador y México, que tuvo su punto más álgido la noche del pasado viernes, cuando la fuerza pública de Ecuador irrumpió a la embajada de México en Quito, en una clara violación a la Convención de Viena, para detener al exvicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba refugiado en la sede diplomática desde diciembre de 2013 y a quien horas antes del asalto las autoridades mexicanas le habían otorgado asilo diplomático.
En la reunión de la OEA, Dávalos insistió en que el Gobierno de Ecuador considera que a Glas no le correspondía el otorgamiento del asilo diplomático, tomando en cuenta la Convención de Caracas, que en su artículo III establece que, entre otras cosas, «no es lícito conceder asilo a personas que al tiempo de solicitarlo se encuentren inculpadas o procesadas en forma ante tribunales ordinarios competentes y por delitos comunes».
«El Ecuador expresó a la embajada de México, a través de reiteradas comunicaciones y reuniones oficiales, que no procede de manera alguna la concesión del asilo diplomático al señor Glas«, mencionó.
Al respecto, recordó que al exfuncionario le fue dictada una orden de prisión preventiva por el caso ‘Reconstrucción de Manabí’, en el que se le acusa del presunto delito de peculado. Además, tiene dos sentencias que fueron unificadas por los Casos Odebrecht y Sobornos, por asociación ilícita y cohecho, respectivamente.
«Aspirábamos a que México diera cumplimiento a lo previsto en dichas normas (sobre asilo) y hubiera dispuesto la salida del señor Glas Espinel (de la embajada), quien no reunía los requisitos para el asilo y quien de ninguna manera puede ser considerado como un perseguido político», agregó.
Por otro lado, Dávalos comentó que «es evidente que el asilo concedido al señor Glas por parte del Gobierno mexicano puede responder a valoraciones de afinidad política, más no de naturaleza jurídica y diplomática», al ser concedido inmediatamente después de que Quito declarara persona ‘non grata’ a la embajadora mexicana Raquel Serur, luego que la semana pasada el mandatario Andrés Manuel López Obrador hablara sobre Ecuador, recordando la violencia que marcó el proceso electoral que padeció el país en 2023, con el magnicidio del candidato presidencial Fernando Villavicencio, lo que a su juicio cambió las preferencias y culminó con el triunfo de Noboa en los comicios.
Insistencia en la «fuga inminente»
Dávalos, como ya han asegurado las autoridades ecuatorianas, entre ellos el presidente, Daniel Noboa, y la canciller, Gabriela Sommerfeld, insistió en que había un riesgo de «fuga inminente» por parte de Glas, justificando con ello la irrupción en la embajada.
RT