Buenos Aires | Agencias
El presidente de Argentina, Javier Milei, ha restringido el acceso a la información pública, en un nuevo movimiento de la guerra que libra contra el periodismo, destacó este miércoles el diario español El País.
En sus primeros nueve meses como presidente de Argentina, el dirigente ultraderechista se ha negado a realizar ruedas de prensa y ha acusado a los periodistas de mentir sobre su Gobierno y de usar la información con fines extorsivos. Ahora, a través de un decreto presidencial, impide que accedan a aquellos datos que considere de índole privada. Queda guardado así bajo siete llaves el costo de la construcción de los caniles para los perros de Milei en la quinta presidencial de Olivos, pero también toda aquella información que el Gobierno evalúe que no reviste interés público.
El decreto presidencial publicado el lunes amplía de manera discrecional las excepciones que permiten al Estado negar información solicitada por la ciudadanía. Además, establece que “no se entenderá como información pública a aquella que contenga datos de naturaleza privada que fueran generados, obtenidos, transformados, controlados o custodiados por personas humanas o jurídicas privadas o por la ausencia de un interés público comprometido”.
La sociedad civil argentina denuncia que la medida supone una regresión en materia de transparencia y de acceso a la información. Más de 60 organizaciones advirtieron el martes en un comunicado que al otorgar a los funcionarios públicos la capacidad de definir qué información es considerada de interés público y cuál queda en la esfera privada, los protege del escrutinio público, debilitando los estándares internacionales de derechos humanos y de lucha contra la corrupción.
La Asociación de entidades periodísticas argentinas (Adepa) anticipó que la nueva normativa puede inconstitucional y afirmó que la extensión del secreto “más allá de lo excepcionalmente necesario precipita a una pendiente que imposibilita hacer efectiva la responsabilidad pública de las autoridades”, según el rotativo.
“Mentirosos” y “extorsionadores”
La restricción impuesta por un presidente que se define como “liberal libertario” va en línea con sus ataques previos a los medios de comunicación. Desde que asumió, ha acusado en reiteradas ocasiones a la prensa de mentir sobre su gobierno y de usar la información con fines extorsivos. Ha llamado a los periodistas “mentirosos”, “corruptos”, “esbirros” y “extorsionadores” e incluso ha señalado con nombre y apellido a los que le critican: la lista de enemigos públicos es larga y se cuenta ya por decenas.
Para Milei, los periodistas forman parte de “la casta” a la que prometió combatir con el beneplácito de su electorado, indicó el diario argentino Página 12.
Lo que me interesa mostrar de todo esto es que le quede bien en claro a la basura de la política tradicional y a los periodistas el desprecio que la gente tiene por ellos”, subrayó el presidente argentino en su última entrevista televisiva, difundida el domingo. Según Milei, la libertad de prensa sólo sobrevive en las redes sociales, su canal de comunicación favorito.
En la misma entrevista, consultado sobre la posibilidad de que brinde una rueda de prensa, Milei propuso que los periodistas que le pregunten “presenten una declaración jurada, que puedan ser sometidos al escarnio público al que los periodistas someten al resto de la sociedad”.
Esa condición para acceder a las conferencias gubernamentales chocaría con el derecho constitucional de la libertad de prensa. El mismo problema presenta la exigencia de una matrícula para ejercer el oficio, un requisito que el gobierno quiso reponer, pero del que desistió casi de inmediato.