La Paz, 5 de agosto (El Nuevo Cambio).- Después del autogolpe ocurrido el 26 de junio, el precio del dólar en el mercado paralelo se incrementó aceleradamente, llegando a Bs. 13.5 el fin de semana. Los comerciantes afirman que esta semana es posible que sobrepase los Bs.14, lo que afecta el precio de diferentes productos como alimentos, fármacos e insumos para el sector agropecuario.
Comprar dólares dentro del sistema financiero del país es una tarea casi imposible. El sistema del Banco Central de Bolivia, habilitado para agendar citas para adquirir la divisa, no funciona, pues la única respuesta que se encuentra es un “intente más tarde” y si por casualidad logra que su formulario sea aceptado, la cita será para dentro de dos meses, por lo bajo. Asimismo, quienes tienen cuentas de ahorro en dólares, no pueden acceder más que a 100 dólares por semana en algunos casos.
Frente a este panorama, el mercado negro se ha convertido en el único lugar a donde los ciudadanos pueden acudir para comprar la divisa, necesaria para diferentes transacciones, las más importantes, la importación de alimentos que ayudan a garantizar la seguridad alimentaria en el país, de medicamentos para diferentes patologías y la de insumos para la construcción y el sector agropecuario.
En una rápida visita a diferentes farmacias en el centro paceño, es posible evidenciar que la oferta de productos exhibida en los anaqueles comienza a disminuir. El sector farmacéutico solicitó al Gobierno el apoyo necesario para poder acceder a la divisa para importar medicamentos, principalmente aquellos que no se producen en el país.
Comerciantes: “Estamos peor que en la época de la UDP”
Las comerciantes mayoristas del mercado Garcilazo de la Vega en La Paz, explicaron que los precios de los productos importados suben constantemente, pero que ellas no pueden hacer nada, porque ese es el precio al que les venden los importadores.
“Esperar que la economía funcione o que baje el dólar es como pedir peras al olmo. Día a Día, la situación en el país es más preocupante quizás no nos damos cuenta de la magnitud del problema”, declaró Mercedes Quisbert, dirigente de la Confederación Nacional de Gremiales, a Abya Yala. “No habíamos vivido en mucho tiempo lo que estamos viviendo ahora. Estamos peor que en la época de la UDP”, añadió.
Entidades estatales se declaran sin competencia para regular el mercado negro
El ministro de Planificación, Sergio Cusicanqui, afirmó el 20 de julio que el presidente Luis Arce “instruyó trabajar y plantear respuestas ante este nuevo panorama sobre la divisa estadounidense”, instructivo que debía cumplir la Autoridad del Sistema Financiero (ASFI).
Dos días después, en conferencia de prensa, la directora nacional de la ASFI, Ivette Espinoza, afirmó que su institución no tiene competencia para regular el precio de venta de dólares en el mercado negro, pero que sí se promulgaba una ley específica, asumirían la instrucción.
En tanto, el viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, dejó en manos la Asamblea Legislativa si se regula o no el mercado paralelo. “Eso es una pregunta que trasladamos a la Asamblea Legislativa Plurinacional, porque tendría que ser a través de la ley, no simplemente a través de una norma inferior porque estamos hablando de derechos y estamos hablando de un tema que tiene que ver con la transacción de dinero”, expresó.