Sao Paulo | Agencias
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, acusado formalmente de haber estado al tanto de un intento de golpe de Estado en 2022 y de un complot para matar al entonces mandatario electo Luiz Inácio Lula da Silva, clamó a la Corte Suprema que aprueba una amnistía y “Brasil será pacificado».
En una entrevista con la revista Oeste, Bolsonaro confirmó que había discutido acciones con los militares, tras su derrota en las elecciones de ese año.
«Para pacificar Brasil, alguien debe rendirse. ¿Quién debe hacerlo? El señor Alexandre de Moraes (juez de la Corte Suprema a cargo del proceso a los golpistas)», dijo Bolsonaro.
El expresidente recordó que «en 1979 (durante la dictadura militar) fueron amnistiadas personas que asesinaron, que lanzaron bombas, que secuestraron, robaron y secuestraron un avión».
Bolsonaro, que no descartó la posibilidad de refugiarse en una embajada extranjera, consideró que «si hubiera una palabra de Lula o Alexandre de Moraes sobre la amnistía, todo se resolvería», informó la agencia de noticias Ansa.
Indagado por intento de golpe, teme ser arrestado. En febrero ya se había refugiado durante dos días en la embajada de Hungría.
«Por lo que veo, en la historia del mundo, cualquiera que se sienta perseguido puede ir a una embajada extranjera», dijo en una entrevista con el portal UOL.
«Si me sintiera culpable de algo, hubiera seguido en Estados Unidos, no hubiera vuelto», dijo en referencia a su traslado a Florida 24 horas antes de que concluya su mandato presidencial, en 2022, cuando, según la policía, estaban en curso intentos por subvertir el orden democrático.
Bolsonaro y otras 36 personas fueron procesadas la semana pasada por los presuntos delitos de asociación para delinquir, golpe de Estado y abolición violenta del Estado democrático de derecho.