La Paz, 24 de septiembre (El Nuevo Cambio).- La Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarias de Bolivia exigió al Defensor del Pueblo, Pedro Francisco Callisaya Aro, dejé de “guardar silencio servil” sobre las violentas agresiones a la “Marcha para Salvar Bolivia” en Vila Vila, Ventillas y La Paz, en tanto él criticó criticó la presencia de grupos armados con cascos y escudos.
Callisaya informó que tres personas resultaron heridas en los enfrentamientos en La Paz, mientras una persona fue detenida. La autoridad lamentó la actuación de la policía por hacer uso de gas lacrimógeno dentro de la terminal de buses.
En tanto, los interculturales, en una carta dirigida al Defensor y entregada en su despacho y firmada por el secretario ejecutivo de la Confederación, Juan Enrique Mamani Quispe, lamentan que la autoridad guarde silencio, sobre todo sobre los hechos de Vila Vila.
Nuestra carta no mereció respuesta al relato de aquel suceso que dejó bajas y destrozos de personas que apoyaban la marcha. “Su autoridad estuvo presente el día martes 17 de septiembre que la misma que fue completamente pacífica (…)”.
“También pudo constatar, que la marcha fue emboscada a la altura de la localidad de Vila Vila, por personas inescrupulosas que arrojaban piedras desde los cerros, cachorros de dinamitas, quemaron las pertenencias de nuestros compañeros, asaltaron las movilidades donde transportaban víveres para la marcha, además se pudo constatar (…) que estos grupos de choque estaban conformados por servidores públicos enviados por el gobierno central”.
Agrega: “Usted señor Defensor del Pueblo, observó desde lejos y de forma silenciosa estos atropellos, y cuando personeros del Gobierno salieron a los medios de prensa nacionales manifestando que las personas de la marcha fueron quienes atacaron, usted guardo un silencio cómplice”.
“(…) desde su posesión (como Defensor) ha guardado un silencio servil ante los atropellos y abusos del gobierno de Luis Arce Catacora y amenazas de la alcaldesa Eva Copa de interrumpir la marcha y no permitir su paso por la ciudad de El Alto”, además de construir barricadas y atacar a los marchistas mediante grupos de choque.
“(…) le exijo que cumpla su función y atribuciones (…) vele por los derechos de la gente más humilde, salga a los medios y diga la verdad (…)”.