Nueva York | Agencias
El escritor estadounidense Paul Auster, autor de obras como «La trilogía de Nueva York», murió el martes a los 77 años por complicaciones de un cáncer de pulmón. Auster falleció en su casa de Brooklyn rodeado por su familia, entre ellos su mujer y también escritora Siri Hustvedt y su hija Sophie.
El escritor se hizo un nombre con novelas negras y existencialistas, normalmente ambientadas en la Gran Manzana y protagonizadas por escritores solitarios, forasteros y marginados que fueron un gran éxito particularmente en Europa.
Auster adquirió estatus de culto entre 1980 y 1990 gracias a la renombrada «La trilogía de Nueva York» o su película «Smoke», centrada en unas almas perdidas que frecuentan una tienda de tabaco de Brooklyn.
Entre sus galardones destacan el nombramiento como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
Alabada por intelectuales, su obra llegó también al público de masas. Su treintena de libros, traducidos a más de 40 idiomas, pueden encontrarse tanto en librerías de aeropuertos como en listas de lectura universitarias.
Para su amiga Lyden, Auster fue un «escritor de escritores» que cubrió «con palabras todas las facetas de la pérdida, la soledad, las alegrías y las penas de la vida».
Auster creció en Newark, Nueva Jersey, y era hijo de inmigrantes judíos-polacos. Se mudó a Nueva York para asistir a la Universidad de Columbia y tras graduarse pasó cuatro años en Francia, donde vivió haciendo traducciones mientras perfeccionaba su oficio como escritor.
Pasó por momentos particularmente oscuros en la década de 1970 cuando se casó y cuatro años más tarde se divorció de la cuentista estadounidense Lydia Davis, con quien tuvo un hijo, Daniel.
«Me había topado contra un muro en mi trabajo. Estaba bloqueado y miserable, mi matrimonio se estaba desmoronando, no tenía dinero. Estaba acabado», dijo a The New York Times en 1992.
El punto de inflexión se dio en 1979 con la repentina muerte de su padre, cuya herencia le permitió dedicarse a la escritura.
Auster publicó en 1982 «La invención de la soledad», una reflexión inquietante sobre las relaciones padre-hijo, un tema recurrente en la obra de Auster. El libro fue un éxito entre los críticos y desató el talento de Auster. El mismo año se casó con Hustvedt, y ambos se convirtieron en una de las parejas de intelectuales más famosas de Nueva York.
Trilogía de Nueva York
Su gran avance se produjo con «La trilogía de Nueva York», un giro filosófico en el género policíaco que presenta a un turbio cuarteto de detectives privados llamados Blue, Brown, Black y White.
En los siguientes años seguiría en la senda de sus travesuras existenciales con obras como «El Palacio de la Luna» (1989), «La música del azar» (1990) y «Leviatán» (1992).
Otras obras destacadas son «El libro de las ilusiones» (2002) o «Brooklyn follies» (2005), en el que un superviviente de cáncer de pulmón busca un lugar para morir tranquilo en el Brooklyn de su infancia.
Su don para crear diálogos agudos (a base de una edición despiadada para ajustar el ritmo de las frases) fue clave para el éxito de «Smoke», la película que escribió y codirigió en la que retrataba al dueño de una tabaquería de Brooklyn interpretada por Harvey Keitel.
También codirigió la continuación, «Humos del vecino», que volvió a contar con Keitel, junto a Jim Jarmusch, Michael J. Fox, Madonna y Lou Reed.