Quito y Bruselas | Agencias
El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, reclamó ante la prohibición que le impuso el Departamento de Estado estadounidense, tanto a él como a su familia directa, de aplicar para el visado, impidiendo su ingreso al territorio, una medida que también se ha aplicado a su vicepresidente, Jorge Glas, quien actualmente se encuentra encarcelado.
En un mensaje difundido en redes sociales, Correa insistió en su inocencia frente a la condena de ocho años de prisión impuesta en 2020, en el llamado «Caso Sobornos», tras ser imputado por influir psíquicamente en las licitaciones estatales, junto a varios de sus colaboradores.
«La maldad humana… obvian que nadie en el mundo ha aceptado la sentencia por ‘influjo psíquico’ y que cinco países han dado asilo político a los involucrados en el Caso Sobornos. Meten hasta a mi familia ¡No hay derecho!», expresó Correa a través de X.
Proscripción
La prohibición fue comunicada mediante una declaración, en la que el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, afirmó que tanto Correa como Glas «no son elegibles para entrar en Estados Unidos debido a su participación en significativos actos de corrupción durante su mandato».
Según la administración de Joe Biden, el exmandatario y su compañero de fórmula habrían abusado de sus cargos públicos «aceptando coimas a cargo de conceder contratos del Estado favorables», expresó en un comunicado el embajador estadounidense en Ecuador, Arthur Brown.
En el texto, la embajada también comunicó que la prohibición sería extendida a sus familiares más cercanos de Correa y Glass. De esa forma, será prohibido el ingreso a territorio estadounidense para la esposa belga de Correa, Anne Malherbe, así como sus hijos mayores de edad, y lo mismo ocurre con la exesposa de Glas y su hijo, según informó el diario Página 12.
Para el expresidente, la extensión por consanguinidad es «una barbarie de la premodernidad mantenida actualmente solo por las mafias», agravada por el hecho «nombrar a los miembros de mi familia uno por uno, poniendo en riesgo su seguridad», según reza su comunicado.
Para Correa, la prohibición de su entrada a Estados Unidos puede suponer una posible venganza por darle asilo a Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, en la embajada ecuatoriana en Londres, mientras era requerido por la Justicia estadounidense.
El pasado 2 de octubre, Correa publicó una fotografía con Assange durante su reunión con la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, donde el sudafricano fue declarado preso político.
También ponderó que la maniobra puede ser «un distractor para desviar la atención del desastre del Gobierno de Daniel Noboa, en su peor momento», en medio de los apagones programados que causa la crisis energética que atraviesa el país.