Santiago de Chile | Agencias
Los fuertes temporales y vientos que azotan desde el inicio de la semana a Chile han dejado más de 2.100 viviendas damnificadas, algunas completamente destruidas, y unos 8.000 afectados en la región centro y sur del país, donde las autoridades decretaron este jueves la zona de catástrofe ante los potenciales riesgos derivados de las extremas condiciones climáticas.
Las regiones de Bío Bío y Ñuble, en el sur, son las más golpeadas y atravesaban este miércoles el peor día del sistema frontal que llegó al país el pasado lunes. El Ministerio de Educación suspendió las clases en toda la región de Bío Bío y varias otras comunas aledañas hasta el viernes, lo que se traduce en 1.351 centros educativos cerrados a nivel nacional.
A la vez, cerca de 7.000 personas fueron afectadas por las inundaciones y estragos causados por las lluvias torrenciales, que también provocaron daños en la infraestructura, caídas de árboles, deslizamientos de tierra, cortes de calles y carreteras y el desbordamiento de ríos, informó el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred).
Numerosos damnificados fueron reubicados en albergues mientras que otros han hallado refugio en casa de familiares y amigos con temor a las próximas horas, ya que las previsiones apuntan a una nueva intensificación de las lluvias, azotadas por fuerte viento frio, que ha llevado incluso a suspender varios servicios ferroviarios que debían atravesar puentes sobre otros ríos que están amenazados por eventuales desbordes.