Caracas | Agencias
El gobierno de Caracas convocó a consultas a su embajador en Brasil, Manuel Vedell, luego de rechazar las declaraciones «injerencistas y groseras» de voceros autorizados por el Ejecutivo brasileño en medio de la crisis desatada por el veto brasileño al acceso de Venezuela a los BRICS y los cuestionamientos a la reelección del presidente Nicolás Maduro en julio.
«Se informa a la comunidad nacional e internacional que, siguiendo instrucciones del presidente Nicolás Maduro Moros se ha decidido convocar a consultas, de manera inmediata, al embajador Manuel Vadell, quien ejerce nuestra representación en Brasilia», indicó anoche la Cancillería venezolana en un comunicado.
En el texto, el gobierno de Caracas manifestó, nuevamente, su «total repudio» a la «actitud antilatinoamericana» consumada en el «veto aplicado por Brasil en la cumbre de los BRICS en Kazán (Rusia), con el cual se excluyó a Venezuela de la lista de invitados a miembros asociados de dicha organización».
«Asimismo, denunciamos el comportamiento irracional de los diplomáticos brasileños quienes, contraviniendo la aprobación del resto de miembros de los BRICS, asumieron una política de bloqueo, similar a la política de medida coercitivas unilaterales y de castigo colectivo a todo el pueblo venezolano», añadió.
La Cancillería expresó que Venezuela se reserva, en el marco de su política exterior, las acciones necesarias «en respuesta a dicha actitud, que compromete la colaboración y trabajo conjunto que hasta ahora se había desarrollado en todos los espacios multilaterales».
De acuerdo al comunicado, el ministro de Exteriores venezolano, Yván Gil, se reunió con el «encargado de negocios de Brasil», a quien no identificó, para manifestarle su «más firme rechazo» a estas acciones.
El gobierno chavista apuntó en particular contra Celso Amorim, jefe de asesoría especial para asuntos internacionales del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien el martes dijo que «el principio de la transparencia no fue respetado» en las elecciones presidenciales del 28 de julio, por lo que la proclamada victoria de Maduro no puede ser reconocida.
Poco antes, el presidente de la Asamblea Nacional (AN, congreso) de Venezuela, el chavista radical Jorge Rodríguez, había arremetido contra Amorím, y lo acusó de trabajar para Estados Unidos.