Ginebra | Agencias
La Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció este viernes que uno de sus trabajadores en la Franja de Gaza resultó herido el miércoles en un bombardeo ejecutado por el Ejército de Israel contra la ciudad de Rafá, en la frontera con Egipto, y ha afirmado que el ataque se saldó con la muerte de una de sus sobrinas, de siete años.
«Hace dos días, en medio de la intensificación de los bombardeos en Rafá, la vivienda de un trabajador de la OMS fue destruida por un bombardeo en sus alrededores. Él resultó herido, junto a su esposa y uno de sus hijos. Su sobrina de siete años murió», ha dicho el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en un mensaje en su cuenta en la red social X.
La directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, dijo este viernes que en Gaza queda combustible para “días, sino horas”, y exhortó a la comunidad internacional a facilitar la apertura de pasos para mantener la actividad humanitaria o “el tiempo perdido serán vidas perdidas”.
En un comunicado, Russell incide en que la actividad de Unicef y sus socios “requiere combustible” para transportar productos de primera necesidad y trabajadores para ayudar a las familias, y las operaciones israelíes en la zona de Rafá y el cierre de pasos fronterizos amenazan con pararlo todo “en seco”.
El Ejército de Israel ha intensificado durante las últimas semanas sus bombardeos contra Rafá y durante la jornada del martes lanzó una incursión militar que le permitió tomar el lado palestino del paso fronterizo, suspendiendo las operaciones humanitarias, lo que ha hecho aumentar la preocupación internacional por el ahondamiento de la crisis humanitaria.
La operación terrestre en Rafá fue lanzada tras rechazar una propuesta de alto al fuego previamente aceptada por Hamás y llevó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a afirmar el miércoles por primera vez que dejará de enviar parte del armamento que entrega a Israel en caso de que inicie una ofensiva a gran escala contra la ciudad.
