Washington | Agencias
El exvicepresidente republicano Mike Pence volvió a marcar distancia con Donald Trump al manifestar que no lo va a apoyar en su carrera por volver a la Casa Blanca, aunque adelantó que «nunca podría votar» al actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que va por la reelección.
“No creo que haya sido una sorpresa que, en vista de las diferencias que tuvimos, no vaya a apoyar a Donald Trump estas elecciones. Pero nunca podría votar por Joe Biden y voy a seguir siendo una voz de lo que considero que debe ser el Partido Republicano. Dejaré que cada estadounidense vote según su conciencia. Yo haré lo mismo”, analizó Pence, en una entrevista con el diario español El País.
A falta de siete meses para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, autoridades y expertos vuelven a alertar sobre la posibilidad de incidentes de violencia política antes, durante o después de los comicios, en un periodo extremadamente volátil en el que esta clase de agresiones, en los últimos dos años, ha pasado de ser una tendencia a convertirse en una constante.
La Policía del Capitolio de Estados Unidos constató en 2023 un total de 8.008 amenazas a congresistas, un 7 por ciento más que en 2022.
«Va a ser un año de mucho trabajo para nuestros agentes», dijo a la cadena NBC el jefe adjunto de la Policía especial, Ashan Benedict, mientras la ONG del Centro Brennan para la Justicia avisó en enero de que nueve de cada diez legisladores locales han experimentado formas de abuso como insultos, acosos o persecuciones durante el último año y medio. Más de un 40 por ciento de ellos han sido amenazados o agredidos verbal o físicamente.
En tanto, el ex director de Inteligencia del Departamento de Seguridad Nacional, John Cohen, comentó a ABC News la posibilidad de una «tormenta perfecta» de violencia, una que combina contextos tanto internos como internacionales en un momento en el que «el discurso político se ha vuelto todavía más polarizado, todavía más agrio y todavía más divisivo».