Nueva Delhi | Agencias
La primera estimación de fallecidos fue de 49 personas, pero este martes aumentó hasta más de 107. A ello se añadía la incertidumbre del destino de cientos más que habrían quedado sepultadas tras los corrimientos de tierra provocados por las fuertes inundaciones en el sur de la India. El número de muertos sigue aumentando a medida que avanzan las operaciones de rescate.
Los pueblos afectados se encuentran en una región montañosa del distrito de Wayanad, en el estado de Kerala.
Los equipos de rescate se esfuerzan por sacar a los desaparecidos de entre los escombros, unos esfuerzos que se ven dificultados por el bloqueo de las carreteras y la inestabilidad del terreno.
El Departamento Meteorológico de la India ha puesto a Kerala en alerta por lluvias incesantes.
El primer ministro indio, Narendra Modi, dio el pésame a los familiares de los fallecidos y ha ofrecido su apoyo a los heridos en las redes sociales. «Consternado por los corrimientos de tierra en parte de Wayanad. Mis pensamientos están con los que han perdido a sus seres queridos y mis oraciones con los heridos», escribió.
India se inunda regularmente durante la estación de los monzones, que va de junio a septiembre y aporta la mayor parte de las precipitaciones anuales en el sur de Asia. Todos los años se producen cientos de víctimas mortales en la región.
El estado de Kerala sufrió en 2018 sus peores inundaciones del siglo tras unas lluvias devastadoras.
Según los científicos, el impacto de los monzones es cada vez más grave como consecuencia del cambio climático. En Pakistán las lluvias monzónicas dejaron más de 1.000 muertos en 2022.
