Tel Aviv | Agencias
Los servicios municipales de varios distritos israelíes se vieron interrumpidos este lunes después de que el mayor sindicato del país convocara una huelga general para presionar al primer ministro Benjamín Netanyahu a fin de que aceptara un acuerdo para traer de vuelta a casa a los rehenes israelíes en Gaza.
El jefe del sindicato Histadrut, que representa a cientos de miles de trabajadores de la economía, convocó la huelga el domingo, después de que se recuperaran los cadáveres de seis rehenes en un túnel del sur de Gaza.
El regreso de los rehenes, muertos a tiros entre 48 y 72 horas antes de ser encontrados por las fuerzas israelíes, según estimaciones del Ministerio de Sanidad, provocó una profunda perturbación en Israel, que hizo que al menos medio millón de personas salieran el domingo a las calles de Jerusalén y Tel Aviv en señal de protesta.
Según informó el diario israelí Haaretz, la cifra de manifestantes en Tel Aviv rondó las 300 mil personas, donde se bloquearon autopistas y se incendiaron neumáticos, con la policía local recurriendo a camiones hidrantes y policías montados para dispersar a los asistentes. Esto desató enfrentamientos entre los manifestantes y los agentes, con al menos 15 detenidos. Como parte de la protesta, se exhibieron los ataúdes simulados de las últimas seis víctimas israelíes del conflicto, cubiertos con banderas.
A esta manifestación le sucedió el llamado de Arnon Bar-David, director de la principal central sindical de Israel, Histadrut, convocando a una huelga general que busca forzar al gobierno a llegar a un acuerdo para liberar a los rehenes, a la cual sumaron su apoyo los familiares de los secuestrados, así como el líder de la oposición, Yair Lapid.
«No tiene sentido que nuestros niños mueran en los túneles por consideraciones políticas» dijo el dirigente de la federación de sindicatos. Este paro incluye puertos, fábricas, oficinas e incluso el Aeropuerto de Tel Aviv, que suspendieron su funcionamiento a partir de este lunes.
Las protestas se extendieron a lo largo del país, como en Haifa, la importante ciudad portuaria ubicada al norte, donde miles de personas bloquearon los accesos a la ciudad, enarbolando la bandera nacional, o en la misma Jerusalén, donde los manifestantes se situaron frente a la sede del Knesset o Parlamento Israelí, en una protesta que se renovará el lunes al mismo tiempo que se reunirá el Consejo de ministros.
Autopsias
Aunque el Ministerio de Salud de Israel constata que, según la autopsia realizada sobre los cuerpos, los rehenes habrían muerto por impactos de bala a corta distancia días antes de ser encontrados, un mando del movimiento islamista Hamás, que habló bajo condición de anonimato, afirmó que varios prisioneros habrían muerto «por disparos y bombardeos de los ocupantes israelíes», y que algunos formaban parte de la lista de personas a ser liberadas si se lograba un acuerdo de cese de fuego.
Entre los cuerpos recuperados están los de Hersh Goldber-Polin, Carmel Gat, Eden Terushalmi, Alexander Lobanov, Amog Sarusi y Ori Danino que fueron parte de los 251 rehenes tomados por Hamas en su ataque del 7 de octubre, que reavivó el conflicto y desató la actual guerra en Gaza.
Los manifestantes coinciden en que los secuestrados fueron asesinados por la falta de un acuerdo entre las dos partes. Las negociaciones del alto al fuego entre Israel y Hamás continúan sin un horizonte claro, con muchos de quienes asistieron identificando las demandas del primer ministro israelí – controlar el corredor de Filadelfia que separa Gaza de Egipto y el de Natzarim, que separa el norte del sur de Gaza- como el mayor impedimento para avanzar en la recuperación de los cautivos.