Tel Aviv y Beirut | Agencias
El Ejército de Israel llevó a cabo este martes un nuevo «bombardeo selectivo» contra la capital de Líbano, Beirut, en el marco de su intensa oleada de ataques aéreos desde el lunes, que hasta la fecha dejan más de 558 muertos y más de 1.800 heridos, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas o daños.
«Las Fuerzas Armadas de Israel (FDI) han llevado a cabo un bombardeo selectivo en Beirut», dijo en un breve comunicado, un día después de otro ataque en la capital y después del bombardeo perpetrado el viernes también en la ciudad, que dejó más de 50 muertos. Las autoridades libanesas no se han pronunciado por ahora sobre este nuevo ataque.
Asimismo, el Ejército israelí no dijo cuál sería el objetivo de este nuevo ataque. Fuentes oficiales indicaron el lunes que el objetivo del bombardeo perpetrado ese mismo día en Beirut era Alí Karaki, quien figuraba como uno de los pocos altos cargos de la rama militar que seguían con vida, según un organigrama publicado la semana pasada por las FDI.
De hecho, el ataque del viernes se saldó con la muerte de Ibrahim Akil, un alto cargo del grupo libanés, quien habría fallecido junto a otros comandantes de las fuerzas especiales de Hezbolá.
Durante los últimos días se ha registrado un repunte de las tensiones, especialmente tras la oleada de explosiones coordinadas la semana pasada en dispositivos de comunicación usados supuestamente por Hezbolá, que dejó alrededor de 40 muertos y unos 3.000 heridos, incidentes criticados por la comunidad internacional por su carácter indiscriminado.
Las hostilidades en la región estallaron después de que Hamás y otras facciones palestinas lanzaran el 7 de octubre una serie de ataques contra Israel que dejaron casi 1.200 muertos y más de 250 rehenes. El Ejército israelí inició entonces una cruenta campaña militar contra Gaza que se salda por el momento con más de 41.400 muertos, a los que se suman más de 700 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este.
Los ataques del 7 de octubre, denominados “Inundación de Al Aqsa” por Hamás y sus aliados, llevaron además a la apertura del frente en la frontera entre Israel y Líbano, con combates constantes desde hace más de once meses.