Fabiola Yañez afirma que su vida fue un infierno junto al expresidente argentino

Buenos Aires | Agencias

La exprimera dama de Argentina, Fabiola Yañez, presentó ante el Poder Judicial un escrito de 20 carillas en el que afirmó que, por parte del expresidente Alberto Fernández, “el maltrato, el hostigamiento, el desprecio, las agresiones y los golpes resultaban ser una constante”.

Fernández estaba imputado por lesiones leves, pero Yañez y su abogada pidieron que sea juzgado por «lesiones graves y amenazas coactivas», entre las que estaría la «presión psicológica», que Fernández habría ejercido hacia ella en el año 2016 para que aborte un embarazo cuando la relación entre ellos recién comenzaba, informó el diario argentino Página12.

En la declaración también implicó al médico presidencial Federico Saavedra, al vocero presidencial Juan Pablo Biondi y a la exministra de las Mujeres, Ayelén Mazzina quienes, según ella, estaban al tanto de la situación y no hicieron nada. Este martes, cerca de las diez de la mañana, la exprimera dama ampliará su denuncia y declarará ante el fiscal federal de Comodoro Py Ramiro González, mediante un Zoom.

En el escrito, la exprimera dama realizó un repaso de su relación con Alberto Fernández. Contó que se comprometieron en mayo de 2016, pero que, antes de ese momento, ya sufría acoso y hostigamiento, informó Página12.

En ese fragmento del escrito, ella denunció que también sufrió «violencia reproductiva» porque ese mismo año, cuando recién comenzaba la relación y ambos vivían juntos en Puerto Madero, en el departamento que José «Pepe» Albistur le presta a Fernández, había quedado embarazada y Fernández le habría dicho que se someta a un aborto porque la relación recién comenzaba. Yañez habló de presión psicológica que el expresidente habría ejercido para que ella tome esa decisión en contra de su voluntad.

Según el rotativo, también habló del golpe de puño en el ojo que fue el que quedó registrado en las fotografías que están en la causa. Dijo que fue «estando en la cama en Olivos». «Habíamos discutido antes, mucho, como ya era habitual y, como cierre de la discusión me pegó desde su lado de la cama un terrible golpe de puño. Grité y le dije ‘¿qué me hiciste?’, pero nada. Se dio vuelta y con ese golpe terminó la discusión». Luego completó: «Al otro día el ojo empezó a ponerse rojo. No había nacido Francisco aún. Me levanté, prendí la luz y fui al baño. Cuando vuelvo del baño estaba dormido. ‘¿Qué me hiciste?’ le volví a decir. Él lo negaba. Pero es claro que lo hizo con intención», explicó.

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