César Dockweiler
Es Economista; Magister en Planeación Estratégica y Administración de Empresas; y postulante PhD en Gestión del Desarrollo y Políticas Públicas
El Gobierno Nacional ha demostrado una notable habilidad para crear «cortinas de humo» y distraer la atención de los asuntos verdaderamente relevantes. Con maestría, lograron desviar la atención del público de la alarmante realidad del sobreprecio de más de 22 millones de dólares en la extensión de la línea café del teleférico, para centrar la mirada en un asunto ilusorio: la extensión de la línea morada hasta el aeropuerto.
En este contexto, es importante destacar que actualmente se está tramitando en la Cámara de Senadores un Proyecto de Ley que busca aprobar un financiamiento de 62 millones de dólares para la extensión del teleférico. Este monto resulta totalmente desproporcionado considerando la experiencia boliviana, que cuenta con la mayor red de teleféricos urbanos y una data real de los costos de inversión por cada elemento necesario.
Es necesario enfatizar que este proyecto de «extensión» ya cuenta con un tramo habilitado y funcionando, por lo que las inversiones estarían destinadas únicamente a la ampliación de 1,2 kilómetros de línea, la construcción de una estación completa en Pampahasi y la ampliación en un 40% de la estación existente en las Villas. Sin embargo, resulta cuestionable el requerimiento de 62 millones de dólares cuando, según el estudio del «Precio Referencial» realizado en 2018, el valor máximo que el gobierno nacional debiera invertir en la totalidad de los requerimientos para lograr la extensión de la línea café no superaba los 28 millones de dólares, pues se incorporaría a un sistema de transporte ya en funcionamiento, eximiendo de inversiones en muchos componentes ya en operación (centro de mantenimiento, centro de control, sistema de billetaje, software, herramientas, entre otros).
¿Qué pasó entonces? ¿Por qué ahora el requerimiento es de 62 millones de dólares? Tras un análisis detallado de la información disponible en la página web del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), (https://www.iadb.org/es/whats-our-impact/BO-L1229), se confirma con notable claridad la existencia de un sobreprecio de más de 22 millones de dólares en este proyecto.
El día 01 de abril, se llevó a cabo una conferencia de prensa en la plaza Murillo de la ciudad de La Paz para exponer los detalles de esta situación desfavorable para la economía boliviana. Además, se presentaron 4 cartas dirigidas al presidente Arce, al Vicepresidente Choquehuanca, así como al presidente de la Cámara de Senadores y de la Cámara de Diputados, instándoles a revisar detalladamente el monto de inversión requerido.
Sin embargo, apenas horas después de esta conferencia, desde la Gerencia de la empresa se realizó un anuncio falso e ilusorio sobre la extensión de la línea morada hacia el aeropuerto, una noticia que no había sido mencionada anteriormente. Este intento de desviar la atención de la población se vio reforzado por la creencia generalizada de que se trataba de un nuevo teleférico que llegaría hasta la terminal de pasajeros del aeropuerto de El Alto.
El anuncio fue realizado para intentar justificar los 22 millones de dólares de sobreprecio, señalando que se tenía contemplado utilizar 16 millones de dólares en proyectos para “intervenir y mejorar las otras estaciones” con la implementación de un sistema de generación de energía solar y la extensión de la línea morada hacia el aeropuerto.
Sin embargo, al revisar nuevamente los documentos publicados en la página web del BID (https://www.iadb.org/es/whats-our-impact/BO-L1229), nos sorprendió descubrir que de los 16 millones de dólares mencionados por la gerencia de Mi Teleférico, apenas 285.000 dólares estarían destinados para la conexión hacia el aeropuerto. El resto aparentemente se destinaría a gastos corrientes u otros fines que podrían haber sido cubiertos con el funcionamiento normal del negocio. Con ese monto aprobado por el BID, solo se podrían llevar a cabo algunos estudios, incluido el de factibilidad del proyecto. La pregunta crucial es: ¿cómo se anunció entonces la extensión de la línea morada hasta el teleférico sin siquiera tener un estudio de factibilidad?
Por el contrario, en la página de Mi Teleférico (https://www.miteleferico.bo/institucion/linea-cafe), solo se han dispuesto tres documentos relacionados con la extensión de la línea café, entre los cuales no se encuentra el «Estudio del Precio Referencial». Además, ninguno de estos documentos hace referencia a los supuestos 16 millones de dólares destinados a la intervención, revitalización y mejora de las 36 estaciones, como lo señaló el Gerente del Teleférico, un aspecto que tampoco está mencionado textualmente en ninguno de los documentos publicados por el BID.
En este sentido, resulta evidente la falta de transparencia institucional en la divulgación de la información relacionada con este proyecto. El «Estudio del Precio Referencial», un documento crucial para determinar el monto de inversión requerido, no está disponible para el público en ninguna instancia, lo que genera incertidumbre sobre el verdadero propósito del requerimiento de financiamiento.
En conclusión, es fundamental que el gobierno adopte medidas concretas para garantizar la transparencia y la eficiencia en la gestión de este proyecto. Esto incluye la publicación de toda la documentación relevante, la conformación de una comisión mixta de la Asamblea Legislativa para evaluar en detalle el presupuesto de inversión y evitar la manipulación de la información con el objetivo de ocultar la falta de transparencia y eficiencia.
Bolivia no puede darse el lujo de despilfarrar sus escasos recursos, menos aún a través de un financiamiento con costos elevados y gastos insulsos. Podemos optimizar y priorizar las inversiones para magnificar los beneficios para todos los bolivianos.
César Dockweiler