Ciudad del Vaticano | Agencias
El papa Francisco consideró este martes «evidente» que deben tomarse medidas «inmediatas y decisivas» para erradicar la lacra del hambre y la pobreza, en un mensaje dirigido a los participantes en la cumbre del G20 que se celebra en Río de Janeiro en el que también ha reprochado la «aceptación silenciosa» de esta situación.
En el texto, leído a los líderes mundiales por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, durante el lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, el Pontífice ha reclamado que todas las medidas adoptadas para paliar el hambre «deben llevarse a cabo de forma conjunta y colaborativa, con la implicación de toda la comunidad internacional».
También ha dicho que la aplicación de medidas «eficaces» requiere «un compromiso concreto por parte de los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad en su conjunto», según informó la agencia de noticias Ansa.
«La centralidad de la dignidad humana dada por Dios a cada individuo, el acceso a los bienes esenciales y la justa distribución de los recursos deben ser prioritarios en todas las agendas políticas y sociales», ha defendido el Santo Padre.
De este modo, ha puesto en valor una de las propuestas que la diplomacia de la Santa Sede lleva años presentando a la comunidad internacional: reorientar los fondos que actualmente se destinan a armamento y otros gastos militares hacia un fondo mundial destinado a combatir el hambre y promover el desarrollo en los países más empobrecidos.
En el texto, dirigido al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el Papa también ha hecho un llamamiento a la solidaridad mundial y a la coordinación entre las naciones para hacer frente a las injusticias sociales y económicas y ha subrayado que el hambre es el resultado de las desigualdades estructurales en la distribución de los recursos, no de la escasez de alimentos.