Montevideo | Agencias
El domingo 27 se realizará la primera vuelta de las presidenciales en Uruguay con once candidatos. Si ninguno obtiene el 50 por ciento más uno de los votos, el desenlace se postergará para el segundo turno del 24 de noviembre.
Yamandú Orsi del Frente Amplio lidera todas las encuestas y Álvaro Delgado, del Partido Nacional es el mejor posicionado entre sus socios de la Coalición en el actual gobierno. Andrés Ojeda, del Partido Colorado, creció en los sondeos, pero sus porcentajes no le alcanzarían para desplazar al delfín político del actual jefe de Estado, Luis Lacalle Pou, en el muy probable balotaje.
Las elecciones no solo definirán al futuro presidente – la posibilidad de reelección está vedada en Uruguay – ya que también se renovará la totalidad del parlamento. Los 30 senadores y 99 diputados que lo integran. Además, en los comicios donde el voto es obligatorio se someterán a plebiscito dos temas: una reforma previsional que promueve la baja en la edad jubilatoria y fue promovida por la central sindical del PIT-CNT y la atribución para que el Estado ejecute allanamientos nocturnos que prohíbe la Constitución. Esta iniciativa partió de la coalición conservadora en el gobierno.
Las cuatro principales encuestadoras, Cifra, Equipos, Opción y Factum dan ganador en primera vuelta a Orsi, el exintendente de Canelones. En dos casos con el 44 por ciento, una el 43 y la restante 42. En promedio todas las consultoras reflejan una distancia de veinte puntos sobre el veterinario Delgado, y exsecretario de la Presidencia de Lacalle Pou entre 2020 y 2023. Un mandatario que se aleja en medio de denuncias de corrupción contra su gobierno, informó el diario argentino Página 12.
El candidato con más expectativa de voto en la Coalición que completan el ultraderechista Cabildo Abierto y los partidos Colorado, Independiente y de La Gente, también tiene otro problema. Delgado y los blancos ven cómo se les acercó en los sondeos la candidatura de Ojeda, un joven abogado y habitual panelista de TV.
Entre los socios de la entente liberal-conservadora el que bajó de manera considerable sus porcentajes es el general retirado Guido Manini Ríos, hoy entre el 1% y el 4 en el mejor de los casos. En 2019 había acariciado el 11 por ciento de los votos en la primera vuelta.
Para el Frente Amplio el objetivo a cumplir en esta primera vuelta es obtener la mayoría que le permitiría dominar con más espalda política la Asamblea General, el equivalente a nuestro Congreso. Sobre todo en el Senado – en Diputados es más dispersa la composición de la Cámara – donde la fuerza de izquierda hoy tiene trece bancas.