Página 12
Ecuador celebra este domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en las que debe decidir si reelige al actual presidente, Daniel Noboa, o si devuelve al correísmo al poder tras ocho años en la oposición, de la mano de Luisa González, que se convertiría en la primera presidenta de la historia del país en ser elegida en las urnas.
Por segunda vez en un año y medio, los ecuatorianos escogen entre Noboa y González, como en las elecciones de 2023, donde el empresario, heredero de una de las mayores fortunas del país, se convirtió en el presidente más joven de Latinoamérica y de la historia democrática de Ecuador. En aquellas elecciones, Noboa logró el 51,83 por ciento de los votos frente al 48,17 por ciento de González, pero ahora la segunda vuelta se prevé aún más ajustada, con una polarización que en la primera vuelta hizo que la separación entre ambos fuese de poco más de 16.000 votos.
Dos modelos
El ganador gobernará Ecuador por los próximos cuatro años (2025-2029) y la elección implica dos modelos opuestos de entender el Estado y de relacionarse con el mundo. Por un lado, el candidato y líder de Acción Democrática Nacional (ADN) ya ha anunciado que, si gana, promoverá una Asamblea Constituyente que deje atrás la actual Constitución, aprobada durante el mandato de Rafael Correa (2007-2017), para profundizar sus reformas liberales de control del gasto público, atracción de inversión extranjera y flexibilización laboral, entre otros aspectos.
En la esfera internacional, el mandatario tiene a Estados Unidos como su principal respaldo. A esto hay que sumarle que tras ordenar hace un año la invasión de la Embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente correísta Jorge Glas, México cortó relaciones diplomáticas con Ecuador. También lo hicieron Nicaragua y Venezuela, en solidaridad con el gobierno del entonces presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
Por otro lado, la candidata de Revolución Ciudadana (RC), partido que tiene como líder a Correa, representa un modelo de mayor asistencia social, gasto público y redistribución de la riqueza con un mayor control sobre la economía, mientras que ya ha anticipado que restablecerá relaciones con México.
La campaña
Durante su campaña, González ha hecho un esfuerzo por aglutinar en torno a ella a otras fuerzas políticas para crear un gobierno de unidad. Por ejemplo, la correísta firmó un pacto con Pachakutik, el brazo político del movimiento indígena, cuyo candidato presidencial, Leonidas Iza, salió tercero en la primera vuelta con el 5,25 por ciento de los votos. Se trata de más de medio millón de votos que se prevén decisivos en este balotaje.
La candidata también ha anticipado la posibilidad de contar dentro de su gabinete con el excandidato presidencial Jan Topic, de centroderecha. «Esta unidad no es para ganar una elección, es para trazar una hoja de ruta que lleve a Ecuador al desarrollo social y a la justicia social», apuntó la correísta durante su acto de cierre de campaña en Guayaquil. «Aquí hemos demostrado que dejamos atrás diferencias, que el odio no es nuestro. Nos unimos en un acto de amor por la patria. No habrá persecución», remarcó.