Donald Trump radicaliza su discurso xenófobo y alarma al partido republicano

Nueva York | Agencias

Los estrategas de Donald Trump habían pensado que después del debate del martes atacarían a su rival Kamala Harris con el tema que más preocupa a los estadounidenses y en donde la vicepresidenta presenta sus mayores vulnerabilidades, como el manejo de la economía.

Sin embargo, esta semana el magnate radicalizó aún más su discurso antiinmigrante, con comentarios xenófobos y racistas como que los migrantes se están comiendo a las mascotas de los vecinos. Además, se ocupó personalmente de defender a una agitadora de extrema derecha que es rechazada incluso por conservadores republicanos.

Toda esta movida de Trump, aparentemente destinada a mantener movilizada a su base más fiel y que en las elecciones de 2016 le dio resultado, hoy preocupa a los estrategas republicanos porque temen que el electorado más moderado y centrista, necesario para ganar las elecciones en Estados Unidos, termine espantado.

En el debate del martes, Harris hizo saltar de sus casillas a Trump con algunos temas y el magnate reaccionó con una serie de comentarios falsos sobre inmigrantes haitianos en Springfield, Ohio: dijo que los llegados del Caribe secuestraban las mascotas de los vecinos para comérselas, algo que fue desmentido por la policía.

La frase “¡se están comiendo los perros, se están comiendo los gatos!” en boca del candidato comenzó a circular luego como un rayo en las redes sociales, con la voz de Trump al ritmo tecno y con memes de gatitos y perritos con cara de víctimas.

Amenazas a los inmigrantes

Pero lejos de amilanarse, Trump profundizó esta controversia. En una conferencia de prensa en California el viernes, Trump prometió «grandes deportaciones» de Springfield. «La gente de Ohio está asustada. Va a empeorar. Se va a poner muy mal. Lo que estamos experimentando ahora es que se están asentando», dijo.

También señaló a los inmigrantes venezolanos en Aurora, Colorado. Dijo que los indocumentados eran «nidos de gente mala». «Es como una invasión desde adentro y vamos a tener la deportación más grande en la historia de nuestro país. Y vamos a empezar con Springfield y Aurora». Más tarde, en Las Vegas, continuó: «Estamos bajo invasión como si fuera un ejército, excepto que en muchos aspectos es más difícil porque no usan uniforme, no se sabe a quién diablos perseguir», dijo.

Las palabras del magnate trajeron consecuencias. El ayuntamiento de Springfield se vio obligado a cerrar debido a una amenaza de bomba el jueves y dos escuelas tuvieron que ser evacuadas por lo mismo. El alcalde, Rob Rue, instó el jueves a los candidatos nacionales, una clara referencia a Trump y Vance, a «prestar atención a lo que sus palabras están haciendo a ciudades como la nuestra». «Necesitamos ayuda, no odio», dijo Rue.

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