Crisis en Siria está relacionada con los intereses del Occidente

Rusia Today

La crisis en Siria «está directamente vinculada a los esfuerzos de Occidente por conservar su supremacía global», explicó el presidente del Centro de Estudios de Oriente Medio de Moscú.

Los recientes acontecimientos en Siria forman parte de un escenario más amplio que pretende alterar radicalmente el panorama político y social de la región, opina el presidente del Centro de Estudios de Oriente Medio de Moscú, Murad Sadygzade, en un artículo para RT.

El analista subraya que tanto la renuncia a la presidencia de Bashar al Assad y su salida del país como la rápida toma por parte de la oposición armada de ciudades clave, incluida Damasco, el pasado domingo, «no son en absoluto una casualidad», sino «el resultado de procesos profundos que se han ido gestando durante años».

Sadygzade resalta que «la crisis siria, que comenzó como un enfrentamiento entre el Gobierno y ciertos grupos de la oposición, se convirtió en un conflicto prolongado alimentado por un complejo mosaico de intereses locales, regionales e internacionales».

Factores internos 

El experto destaca que la situación interna en el país se vio afectada por «años de combates incesantes y de falta de voluntad para llegar a acuerdos», lo que llevó a «un empeoramiento de la desigualdad económica, a una fuga de cerebros de trabajadores cualificados, al colapso de las instituciones e infraestructuras estatales y a la fragmentación y corrupción de la élite política».

Por ello, la sociedad siria acabó «desgastada por la falta de perspectivas, se fracturó profundamente» y su creciente descontento «no hizo más que acelerar el debilitamiento del Gobierno central», indica el analista.

Asimismo, Sadygzade opina que «la corrupción dentro de su círculo íntimo, la presión internacional y una guerra prolongada agotaron» al exlíder sirio «personalmente». «Tal vez la fatiga de la guerra, las tragedias personales y la constatación de una transformación inevitable lo hicieron más abierto al compromiso» y, tras negociaciones con varias facciones armadas dentro de Siria, decidió renunciar a la presidencia, abandonar el país y garantizar una transferencia pacífica del poder.

Suelo sirio: Occidente vs. Rusia 

La crisis siria no es un conflicto localizado, sino que representa un elemento más de la confrontación regional y global, remarca el experto. «Este conflicto es otro escenario de confrontación global, donde la lucha por la influencia en Oriente Medio está directamente vinculada a los esfuerzos de Occidente por conservar su supremacía global», sostiene.

«Es evidente que los países occidentales, encabezados por EE.UU. y sus aliados de Oriente Próximo, respaldan las acciones de los rebeldes, los grupos de oposición» y otros grupos armados en Siria para lograr sus objetivos geopolíticos en la región.

Uno de estos objetivos sería perjudicar los intereses de Rusia en la región. «Al actuar como un aliado clave de Al Assad y forjar relaciones exitosas con varios Estados de Oriente Medio, Rusia se había convertido en un actor crítico en esta área estratégicamente vital», por lo que Occidente, encabezado por Washington y Londres, expresó durante la última década «su descontento con la creciente influencia de Moscú en la región».

Así, el desmantelamiento del régimen de Al Assad tuvo por objeto «debilitar la influencia regional de Rusia, despojándola de un aliado clave y potencialmente expulsando su presencia militar de Siria». «Si bien esto podría verse como un golpe a Moscú, sería inexacto sugerir que esto altera significativamente la estrategia más amplia de Rusia en Oriente Medio o sus relaciones con los socios regionales», aclara Sadygzade.

Otros actores externos

La caída de Al Assad también lleva a «un debilitamiento significativo de Irán, que pasó años construyendo su influencia mediante su alianza con Siria», ya que Teherán consideraba a la república árabe como un «eslabón vital en el Eje de la Resistencia» contra Israel, que abarca a Líbano, Yemen y grupos palestinos, destaca el experto.

Siria «servía como un centro logístico crucial» de Irán para armar a Hezbolá y proporcionarle apoyo político y económico, pero la toma de Damasco por los milicianos de la oposición armada destroza estas cadenas de suministro, indica. 

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