Londres | Agencias
AstraZeneca realizó un pedido para retirar de comercialización su fórmula vacunal contra el coronavirus. Inicialmente no podrá emplearse en los países de la Unión Europea y luego, paulatinamente, ya no estará disponible en el resto del mundo.
Ello constituye un precedente muy importante que podría erosionar la confianza de la población en las fórmulas vacunales, tecnologías que durante la pandemia salvaron millones de vidas. Días atrás, la compañía anglo-sueca había estado en el ojo de la tormenta al enfrentar una demanda colectiva realizada por ciudadanos británicos que habían afrontado efectos secundarios tras la aplicación.
Según informó The Telegraph, el 5 de mayo AstraZeneca retiró su autorización de comercialización de manera voluntaria y la gestión se volvió efectiva a partir del martes. La noticia que se comunica y que recorre el mundo es el desencadenante de un proceso legal que AstraZenca enfrenta en el presente.
En días previos, la firma había asumido que su vacuna –que sirvió para proteger a buena parte de la población mundial de los efectos graves y muerte frente a la covid– también podía ocasionar “efectos secundarios raros”. La demanda colectiva había sido presentada por ciudadanos británicos afectados por el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS), que implica la formación de coágulos y hemorragias, tras recibir las dosis.
Desde el primer lote a la fecha, según la farmacéutica, se distribuyeron 3.000 millones de dosis de Vaxzevria (nombre comercial). A pesar de provocar esa reacción adversa en casos “raros” (es decir, con muy baja frecuencia), las familias que denuncian el fenómeno podrían obtener compensaciones millonarias por los daños causados.
Daniela Hozbor, profesora titular de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP e investigadora principal de Conicet, indicó al diario argentino Página 12 que “desde la semana pasada recibimos noticias de AstraZeneca que hacen generar un poco de desconfianza. Respecto al juicio, la novedad es que la farmacéutica admitió legalmente la asociación potencial de una reacción severa grave después de la vacunación. La trombosis con trombocitopenia es un efecto que ya se había observado”.
“Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que la propia enfermedad de la Covid está asociada con la trombosis. De hecho, su frecuencia es mucho mayor a esta reacción adversa rara causada por la vacuna”, finalizó.