Alburquerque, EE.UU. | Agencias
En cada uno de los dos años pasados murieron diez veces más migrantes cerca de la frontera mexicana en Nuevo México que hace apenas cinco años, ya que las pandillas de contrabandistas llevan a los migrantes -agotados, deshidratado y malnutridos- principalmente por el caluroso desierto, cañones o montañas al oeste de El Paso, Texas.
Durante los primeros ocho meses de 2024 se encontraron en Nuevo México los cuerpos de 108 personas que se cree eran migrantes en su mayoría de México y Centroamérica, a menudo a menos de 6 kilómetros de El Paso, según los datos más recientes. En 2023 se encontraron los restos de 113 probables migrantes en el estado, en comparación con los nueve de 2020 y los 10 de 2019, según informó la agencia de noticias Associated Press.
No está claro por qué se están encontrando más personas muertas en esa zona, pero muchos expertos dicen que los contrabandistas tratan a los migrantes con más dureza y los llevan por rutas que podrían ser más peligrosas bajo las temperaturas extremas del verano.
Los hallazgos han aumentado el trabajo de la Oficina del Investigador Forense de la Universidad de Nuevo México, que identifica a los fallecidos y realiza autopsias que casi siempre muestran una causa de la muerte relacionada con el corazón.
«Nuestra reacción fue la tristeza, el horror y la sorpresa porque (el número) se había mantenido bajo de forma muy consistente durante todo el tiempo que cualquiera podía recordar», dijo Heather Edgar, antropóloga forense de la oficina.
La oficina, que da servicio a todo el estado, ha ido contratando investigadores médicos durante los dos últimos años para gestionar el incremento de muertes, además de los 2.500 casos forenses habituales.