Agencias
Violando la Convención de Viena, el gobierno del Ecuador, de manera violenta, dispuso el ingreso de policías a la Embajada de México en Quito, para detener al exvicepresidente de ese país, Jorge Glas, refugiado en esa legación desde diciembre pasado, provocando la inmediata ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países.
El hecho registrado la noche del viernes provocó una serie de protestas del gobierno mexicano que calificó el ingresó de los efectivos policiales a su embajada, como un escándalo que no ocurrió en el mundo, ni en los peores momentos de la historia.
A su vez el gobierno del Ecuador justificó la medida afirmando, en un comunicado, de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, que hubo un «abuso de las inmunidades y privilegios» concedidos a la misión diplomática.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a través de un mensaje en las redes sociales afirmó que se trata de una flagrante violación al derecho internacional y a la soberanía de México.
“He instruido a nuestra canciller que proceda de manera legal y de inmediato declare la suspensión de nuestras relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador», escribió el presidente.
En las redes sociales se difundió ampliamente las imágenes del momento en que los efectivos policiales, fuertemente uniformados ingresan incluso por las paredes a la legación diplomática y se llevan al exvicepresidente del Ecuador.
La canciller mexicana Alicia Bárcena, luego del mensaje del mandatario López Obrador, denunció que el personal de la embajada sufrió lesiones por parte de la policía cuando intentaron defender las instalaciones de su embajada.
Por su parte, el expresidente Rafael Correa, condenado a ocho años de cárcel por supuesta corrupción, a través de las redes sociales, dijo que ni en las peores dictaduras se ha violado la embajada de un país.
“Responsabilizamos a Daniel Noboa, presidente de Ecuador de la seguridad e integridad física y sicológica del exvicepresidente Jorge Glas”, agregó Correa.
