Agencias
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha expresado este viernes su preocupación ante una posible ofensiva militar sobre Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, lo que podría llevar a un «baño de sangre».
«Una nueva ola de desplazamiento exacerbaría el hacinamiento, limitaría aún más el acceso a alimentos, agua, servicios sanitarios y saneamiento. A consecuencia, llevaría a un aumento de los brotes de enfermedades, un empeoramiento de los niveles de hambre y más pérdidas de vidas», señaló.
La OMS ha advertido de que los tres hospitales existentes en Rafah, que están parcialmente operativos, «dejarán de ser seguros para pacientes, personal, ambulancias y trabajadores humanitarios cuando las hostilidades se intensifiquen en sus proximidades».
«El Hospital Europeo de Gaza, en el este de Jan Yunis, que actualmente funciona como hospital de referencia de tercer nivel para pacientes críticos, también es vulnerable. Esto se debe a que podría quedar aislado e inaccesible durante la incursión», ha explicado.
La OMS ha detallado que ha establecido centros de atención primaria y puntos médicos adicionales en Jan Yunis, en el centro del enclave palestino y en el norte de Gaza. Si bien, pese a este plan de contingencia se espera una alta tasa de mortalidad y morbilidad una vez se inicie la incursión militar.