Buenos Aires | Agencias
Los cruces que ha tenido el presidente argentino, Javier Milei, con sus homólogos Andrés Manuel López Obrador de México y Gustavo Petro de Colombia han desembocado en el caso del último, en una crisis diplomática que terminó con la expulsión de los representantes diplomáticos argentinos de Colombia.
La confrontación de estas personalidades está por convertirse en un problema político entre presidentes que está afectando también a toda la región latinoamericana donde futuros consensos políticos no solamente podrán fracasar por divergencias ideológicas, sino también por animosidades personales.
Mientras Milei calificaba a Petro de «asesino terrorista», el presidente colombiano había comparado las propuestas políticas del argentino con las actuaciones de Adolf Hitler.
Milei practica un desmanejo de la política exterior que tendrá costos futuros no solo para su propio país, sino también para la cooperación latinoamericana. Más allá de las confrontaciones con Colombia, México y Venezuela está el desprecio de Milei hacia Brasil y otros países vecinos.